¿Confías en la gente que trabaja contigo?

Los maravillosos años 90. En el sector que yo estaba “seguros” había un momento convulso, con el inicio de una guerra de precios en seguros de automóviles y con una guerra de compras, fusiones, absorciones, o llámalo como desees, entre las compañías. Realmente el mercado mostraba muy a menudo como grandes grupos se fusionaban, se compraban, o desaparecían por intervención de la CLEA (Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras).
Evidentemente con este escenario, si trabajabas en una compañía, era cuestión de tiempo que te pillara una fusión, una compra, y que de repente de un día para otro te encontrarás en tu propia oficina, con nuevos compañeros, con nuevos jefes y con un entorno que aunque era tu oficina no se parecía en nada a lo que había ayer, y a lo que tú estabas acostumbrado.
Como era de esperar pues me pasó: y de repente en la oficina que había sido feliz, en la que me había criado, en la que había llorado y reído como nunca de repente, me vi con 29 personas que no conocía de nada, con un jefe que se parecía a “Zapatero” (digo físicamente) y dentro de un grupo que se parecía en filosofía de empresa a mi antigua empresa, como un huevo a una corbata.
¿Qué ocurre cuando dos grupos se fusionan?
Entonces yo no me daba cuenta, y dentro de mi ignorancia y la juventud que tenía, pensaba que los años de duro trabajo me tenían que ser recompensados y que estas personas tendrían en cuenta que me había dejado la piel, para que mi empresa fuera un gran grupo asegurador en España. Craso error el mío. Cuando dos empresas se fusionan, y tú estás en la más débil, pasa lo siguiente:
- La poderosa pone a sus jefes en los puestos de mandos intermedios. Se pueden “cargar” alguno de los suyos, pero no es fácil. Hombre suelen echar aquel mando que tenían ganas de despedirle hace mucho años y que aprovechan el momento para mandarle a su casa a ver Netflix.
- Queridx amigx esto va en cascada: Los mandos empiezan a rodearse de su gente, de sus compañeros, relegando a los empleados de la compañía menos fuerte a los puestos más débiles y siendo los primeros en las listas para abandonar el nuevo grupo.
- Cuando dos grandes grupos se unen, hay empleados que se van a la calle. Y salvo casos excepcionales, suelen ser del grupo más débil, o del grupo comprado, o del grupo absorbido.
- De repente el entorno en el que estabas, se convierte en un barrizal, donde llegan a florecer las misarías más grandes del ser humano en el mundo occidental. Y por eso, aunque tú vayas con tu “alma limpia” cada mañana, es raro que al final del día no llegues con la misma llena de mierda a tu casa.
Otras muchas cosas cambian. Tus compañeros, los procesos, los sistemas informáticos, hasta a veces los habítos más íntimos y personales. Y entonces empieza a sonar en tu cabeza el mantra: “adaptarse o irse al Sepe”.
La confianza es vital en las empresas

CONFIAR ES GARANTIZARTE GENTE FIEL A TU LADO
Deberías de leer este post sobre la empresa y la confianza. En el mismo nos cuenta:
“La confianza dentro de la empresa puede incrementar la productividad, además de generar un entorno más favorable para desarrollar el trabajo y cumplir los objetivos de la empresa. Existen formas de gestión empresarial que promueven la confianza, y que, al mismo tiempo, aprovechan los beneficios que ésta genera.
Entre otros aspectos, aumentar y mejorar la comunicación, aprender a delegar, aceptar las críticas constructivas, ser transparente y tener en consideración el capital humano más allá de la relación profesional, son actuaciones que se basan en mayor o menor medida en la confianza, al tiempo que son esenciales para que ésta llegue a proliferar y desarrollarse”.
Los años te dan la oportunidad de entender hechos que no comprendiste cuando sucedieron, y esto es maravilloso. Esto es vivir.
Francisco José Paredes Pérez
Con los años, yo he llegado a comprenderlo. Porque ¿Qué harías tú? Si tienes que elegir. ¿Quedarte con tu empleado que sabes que no es bueno, pero que le conoces y que confías en él hace 10 años, o quedarte con un empleado que no conoces de nada? Creo que la respuesta es evidente.
Uno de los valores más preciados que tiene el empleado frente a sus jefes y/o compañeros, es la confianza. Al ser humano le cuesta mucho confiar en otro, y por eso cuando se confía en alguien, le prefieres a alguien nuevo que te exige ejercer de nuevo la concesión de la confianza.
Por eso amigX rodéate de gente en la que confiar, pues un equipo en el que todos sus miembros confíen entre sí es una de las armas más poderosas con las que cuenta, el líder del equipo y por ende la propia empresa.
Y sobre todo recuerda, se feliz que a eso hemos venido aquí. Y una manera de serlo es confiar en la gente.
Que tengas un feliz día.
Francisco José Paredes Pérez